Mi viejo Adolfo con el antiquísimo Ford 31, con el que fuimos una vez a Entre Ríos, cruzando el Paraná en balsa desde Zárate hasta la Isla de Las Lechiguanas.
Cuando estábamos cerca de Campana, mi abuela Felisa vio un cura de sotana negra caminando a la par de la ruta, ahí mismo ella dijo: cura a la derecha, suerte!
No hicimos mas de 200 metros cuando el auto se ladeó y una de las ruedas pasó al lado nuestro y se perdió detrás de un terraplen del Ferrocarril Urquiza.
Se habían cortado los rayos de la rueda!
Yo tenía 7 años.
Viajábamos mi papá, mi mamá Delia, mi abuela Felisa, su hermano el 'Tío Pito' y su esposa, mi madrina, Rosalía... ah! y yo!
domingo, 16 de junio de 2013
Día del Padre
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